Ética
y Cultura:
El día 21 de Octubre se celebró en Ourense un
Seminario sobre confidencialidad y secreto profesional en el ámbito sanitario,
con tres perspectivas distintas pero no
distantes, desarrolladas por un profesor de filosofía del derecho, un
magistrado, un enfermero y un especialista en medicina legal como moderador,
todo ello en un espacio secularizado como es la Universidad donde se respiran
conocimientos, libertad de pensamiento y de expresión.
Hablamos
de lo que esperan las personas de la conducta futura de otro, de confianza
estrecha ó íntima y de silencio cuidadoso, en otras palabras hablamos de confianza,
confidencia y secreto en la asistencia sanitaria, tres eslabones de una cadena que siendo corta
necesita ser resistente. Como no podía ser de otra forma tratándose de conductas humanas tenemos que establecer un marco normativo y/o
legislativo con el objetivo de gestionar el daño, bien mediante la prevención o la judicialización del mismo. Existe no
obstante un modelo de gestión basado en la responsabilidad, hay que calcular la
probabilidad del daño la gravedad del daño y la posibilidad de rescate del
mismo, para ello no podemos universalizar, tenemos que contextualizar y tenemos
que hacerlo en las tres dimensiones éticas en las que se produce la asistencia
sanitaria micro-ética, meso-ética y
macro-ética es decir responsabilidad del profesional, de la institución y de la
administración sanitaria, otra cadena con tres eslabones, frágiles muy
frágiles…habrá que reforzarlos.
Para
ello es necesario formar a los profesionales sanitarios en bioética, una disciplina dinámica que nos abre el
camino para entender, como debemos de hacer, como debemos de contextualizar
nuestras actuaciones cuando se produce un conflicto de valores, ayudándonos a
tomar decisiones óptimas y que lesionen mínimamente dichos valores. Dicho esto
es obvio que la “Ética Clínica de este Siglo”, no debería necesitar
herramientas jurídicas para solucionar conflictos de valor, para ello existen
otras herramientas como “LA DELIBERACIÓN”, que
como procedimiento de análisis que es, nos ayuda en la toma de decisiones correctas, de calidad y/o
prudentes ante los conflictos de valor, dichas decisiones deberán superar
las pruebas de temporalidad, publicidad
y legalidad, como no podría ser de otra forma.
Esta forma de pensar y hacer la micro-ética de
la profesión, quedará para las
siguientes generaciones y se
convertirá en cultura o legado objetivándose “como valor” en una atención más
humana , más correcta y más prudente que permita mantener unidos los tres
eslabones de la cadena. Confianza
Confidencia y Secreto.
Desde
el punto de vista de la meso-ética y de la macro-ética, tanto las instituciones
como la administración sanitaria deben de adquirir responsabilidades con los
profesionales, con nuestro entorno y con
la sociedad. Este debería ser uno de los retos del siglo XXI y pasa
inevitablemente por dinamizar, hacer, y
luchar contra el inmovilismo rancio,
amargo y triste que nos deja a la deriva, y a la intemperie como individuos y
como sociedad. Es por ello que es importante educar desde la familia la escuela
y la universidad .Hay que promover foros
de debate en una sociedad de la que todos somos parte, donde individual y colectivamente somos
responsables de lo que hacemos pero también ( hay que empezar a pensar en ello) somos en cierto modo responsables de lo que dejamos de
hacer.
Alfredo Valdés Ourense 23/10/2015